Papel de la flora vaginal normal: una microbiota esencial

La flora vaginal puebla la cavidad vaginal y corresponde a un conjunto de microorganismos formados por bacterias, presentes de forma natural en la vagina. Esta flora vaginal está formada por varios tipos de bacterias. Algunos son buenos (llamados “comensales”) que actuarán como una barrera protectora y otros son malos (llamados “patógenos”). Las bacterias buenas también evitarán que las bacterias malas aparezcan en su forma patógena.

¿Donde está localizado?

La flora vaginal, como su nombre indica, se encuentra en la cavidad vaginal.

Esta cavidad tiene la particularidad de estar situada entre:

– un medio revestido de bacterias potencialmente patógenas que es la zona perineal (situada entre el pubis y el cóccix).

Y

– un entorno que debe permanecer absolutamente estéril: el útero

Entonces, ¿para qué están las bacterias allí?

El perineo está colonizado por bacterias de la piel pero también por bacterias de origen intestinal que pueden penetrar fácilmente en la vagina. Es por esto que la cavidad vaginal debe tener un sistema que destruya, o al menos limite el desarrollo de estas bacterias que pudieran entrar en ella. Este sistema es la flora vaginal, compuesta por lactobacilos (bacterias buenas) y también llamada flora Döderlein. En primer lugar, estos lactobacilos segregan ácido láctico (de ahí su nombre…) que acidifica el ambiente vaginal, acidez que se opone al desarrollo de las bacterias en general; luego secretan sustancias directamente tóxicas que están destinadas a destruir estas bacterias dañinas y, finalmente, tienen la capacidad de formar una biopelícula protectora que evita que se adhieran a la membrana mucosa y luego se multipliquen allí. Así, cuando la flora vaginal está sana y por tanto los lactobacilos tienen una acción eficaz, la aparición de una infección vaginal es muy poco probable.

Para preservar una flora vaginal saludable, debe equilibrar constantemente la presencia en la vagina de bacterias buenas y bacterias malas. Por eso : – Limpiar con agua limpia y un cuidado de limpieza suave con pH neutro – Usar algodón y seda: reduce la humedad y el riesgo de infección bacteriana. – Beba al menos 1,5 l de agua al día para mantenerse hidratado – Lubricar si es necesario

Para obtener más información, visite el sitio web www.biogyne.fr